Hola fanpires, Ale Cullen reportándose para dejar otro fan ficc, esta vez lo hice para el concurso de Lectora a escritora 15 a 20. Se trataba de un final alternativo a la saga, donde se tocaran estos 4 puntos:
ºBella seguría siendo humana o no
ºEdward o Jacob
ºRegresarían los Vulturis o no
ºQue pasaría con el resto de los Cullen
Bueno pero la verdad mi final es un tanto parecido a Amanecer, aunque hay unas cosillas nuevas; asi como la nueva frase corta venas:
"Ahora mi vida, mi mundo, mi universo
gira alrededor tuyo"
Cierto o no que esta hermosa!, Salio de mi cabeza! jaja. Ah y si se preguntan por que el cuento esta tan corto, es porque en las bases del concurso decía que el escrito tenía que ser de 2 hojas, por eso limité a mi imaginación T.T, pero aun asi está bonito n.n!
Sin más preámbulos, les dejo Bonheur (Felicidad, está en francés xD)
Bonheur
Era la noche anterior a nuestra boda. Edward por fin había logrado que yo accediera a casarme con él. Corríamos por el bosque ahora en la penumbra, para dirigirnos a nuestro prado. Ya me había acostumbrado a ir en la espalda de Edward mientras corría, por lo que ahora hasta disfrutaba la sensación del vertiginoso aire alrededor de nosotros. Al llegar al prado, la luna llena iluminaba aquel mágico lugar, haciendo que la piel de Edward resaltara más en la oscuridad; no importaba cuanto tiempo llevara viendo al ángel que tenía a mi lado, nunca iba a ser capaz de acostumbrarme a semejante belleza. Caminamos tomados de la mano hasta llegar al centro de aquel círculo perfecto. Nos sentamos, Edward tomó mi mano izquierda donde descansaba mi anillo de compromiso y lo besó.
-Te amo- me dijo, cada que me decía eso era como si me lo dijera por primera vez. Porque una ola de felicidad alcanzaba mi ser, haciendo que cada terminal nerviosa cobrara vida- Te amo, te amo… ¡Te amo!- entonces salió disparado para recorrer el perímetro del prado. La carrera hizo que cientos luciérnagas iluminaran aquel lugar, era como si una lluvia de estrellas flotara sobre nuestras cabezas. Edward regresó caminando con mi sonrisa predilecta en su rostro.
-Yo también te amo- dije, estiré una mano, la tomó y me ayudó a pararme. Cuando me paré, acercó mi cabeza a su pecho de piedra, y besó mi frente- aunque viviera eternamente, nunca llegaría a querer a ningún otro- continué solemnemente.
-Ahora mi vida, mi mundo, mi universo gira alrededor tuyo- me dijo, entonces tomó mi rostro y presionó sus labios de mármol tiernamente sobre los míos.
A la mañana siguiente, amanecí con un poco de mareo. Apenas caía en la cuenta de que hoy mi vida estaría enlazada a la de Edward para siempre. Aunque estaba muy feliz por ese hecho, no podía guardar en un cajón el rostro enmarcado de tristeza de mi mejor amigo Jacob, hacía mucho tiempo que se había ido de casa sin saber su paradero. Al bajar de las escaleras, Charlie insistió en llevarme a casa de los Cullen, donde se iba a realizar la ceremonia. Al llegar a la curva que marcaba el camino hacia la casa de Edward, vimos una figura alta. Cuando nos acercamos más, vimos que se trataba de Jacob.
-Papá, detente. Es Jacob- jadeé de la impresión, hacía mucho que no lo veía.
-Vaya, es un alivio que se haya aparecido ese chico- dijo Charlie. Entonces, detuvo la patrulla al lado de mi amigo. Pero su rostro ya no era aquella máscara de tristeza, ya no había atisbo de amargura.
-Hola Bella. Hola Charlie- nos saludó. Charlie rodeó el carro para llegar hasta donde se encontraba Jacob.
-Jake, ¿Dónde estabas?- le preguntó Charlie- ¿Sabes lo preocupados que hemos estado?
-Lo sé, lo sé- dijo Jacob- es una larga historia, ¿Por qué no llevamos a Bella a casa de los Cullen? En el camino les cuento lo que pasó- Dijo Jake con una media sonrisa. Nos contó todo lo que había hecho estos últimos dos meses. Que se había ido a Seattle para poder respirar nuevos aires y a empezar de nuevo. Había conocido nuevas personas.
-Y así fue como encontré a Charlotte- hablaba de su novia de una manera en la que demostraba devoción, seguramente se había improntado de ella. Eso era genial, ahora Jacob podría ser feliz con alguien más, podríamos seguir siendo amigos. Cuando llegamos a la casa, bajamos del carro y abracé a Jacob.
-Que bien se siente ahora que ambos somos felices- me dijo
-Si, siento que al fin puedo respirar- le contesté- Y, ¿cuándo voy a conocer a Charlotte?- entonces ambos nos sonreímos.
Cuando llegué a la puerta de la casa, Alice estaba esperándome para convertirme en una reina de belleza.
-Bella, ¿cuándo pensabas llegar?-me regañó mientras entrábamos a su casa.
-Disculpa, es que nos encontramos con un viejo amigo- saludé a Jacob. Alice me cubrió los ojos para que no viera la decoración y subimos a su cuarto. Esme y Rosalie ya estaban ahí listas para comenzar con la transformación de Bella a Magnífica como decía Alice. Traté de concentrarme en lo que hacían, pero los nervios comenzaban a hacer de las suyas conmigo. Intentaba convencerme que sería la cosa más fácil del mundo caminar por el pasillo nupcial, pero tratándose de mi, seguro me tropezaría o me quedaría deslumbrada al ver a Edward con su majestuosa perfección. Cuando terminaron conmigo, intenté darles las gracias pero tenía la garganta cerrada.
-Muchas gracias Alice, Esme y Rosalie- mi voz sonaba apenas en un susurro- les agradezco todo lo que han hecho por mi, son las mejores.
-No tienes nada que agradecer- dijo Esme mientras me daba un abrazo.
-Lo hacemos porque queremos a Edward y te queremos también a ti- continuó Alice- Sólo queremos su felicidad.
-Ahora ya eres de la familia- concluyó Rosalie, con una sonrisa.
Alice, Esme y Rosalie bajaron a la sala para acomodarse en sus lugares mientras la marcha nupcial se escuchaba. Yo estaba al pie de las escaleras, esperando mi turno. Comencé a bajar lentamente con temor de caerme, en cuanto llegué al piso respiré aliviada. Pero enseguida comencé a hiperventilar cuando vi a Edward, estaba radiante, con mi sonrisa favorita asomándose por sus labios.
-No hay palabras para describir lo hermosa que te ves hoy, mi cielo- cuando me dijo aquellas palabras sentí que me ruborizaba. Entonces sonrió y me dio un beso en la mejilla; y mi corazón, como siempre, latió desbocado.
-Gracias- conseguí decirle. Quería decirle que también se veía espectacular pero las palabras se quedaron en mi garganta sin poder salir. Los votos fueron sencillos pero muy emotivos, no pude contener algunas lágrimas; pero Edward me las secaba de mi mejilla ruborizada con sus besos. Entonces el sacerdote nos declaró marido y mujer. Edward se volvió hacia a mi y me besó, una ola de aplausos llenó la habitación. Toda mi familia se encontraba ahí: Charlie; Renée y Phil, que ya estaban esperando a su primer bebé; Jacob con Charlotte, una joven encantadora; incluso la manada Quileute estaba ahí; así como el Clan Denali y mi nueva familia Los Cullen. Todos me felicitaron y me desearon lo mejor para mi nueva vida.
Edward y yo bailamos nuestro primer vals como casados; en eso miré hacia el oeste y vi un par de unas túnicas negras. Edward sintió como me tensaba, pero cuando fijé la mirada en aquel punto, ya no se encontraban aquellos seres.
-No te preocupes Bella- me tranquilizó Edward- sólo querían comprobar que ya estamos casados. Ahora no tendrán duda que te transformaré- Aunque los Vulturis ya no estaban ahí, me sentía inquieta por tenerlos tan cerca de mi familia.
Ya era de tarde y el sol salió justo antes para ocultarse de nuevo en el horizonte. Nos despedimos de los invitados; y partimos hacia el crepúsculo. Aunque mas que marcar el fin del día; marcaba el comienzo de una nueva etapa, de una nueva vida para Edward y para mí.
Fin.
-Te amo- me dijo, cada que me decía eso era como si me lo dijera por primera vez. Porque una ola de felicidad alcanzaba mi ser, haciendo que cada terminal nerviosa cobrara vida- Te amo, te amo… ¡Te amo!- entonces salió disparado para recorrer el perímetro del prado. La carrera hizo que cientos luciérnagas iluminaran aquel lugar, era como si una lluvia de estrellas flotara sobre nuestras cabezas. Edward regresó caminando con mi sonrisa predilecta en su rostro.
-Yo también te amo- dije, estiré una mano, la tomó y me ayudó a pararme. Cuando me paré, acercó mi cabeza a su pecho de piedra, y besó mi frente- aunque viviera eternamente, nunca llegaría a querer a ningún otro- continué solemnemente.
-Ahora mi vida, mi mundo, mi universo gira alrededor tuyo- me dijo, entonces tomó mi rostro y presionó sus labios de mármol tiernamente sobre los míos.
A la mañana siguiente, amanecí con un poco de mareo. Apenas caía en la cuenta de que hoy mi vida estaría enlazada a la de Edward para siempre. Aunque estaba muy feliz por ese hecho, no podía guardar en un cajón el rostro enmarcado de tristeza de mi mejor amigo Jacob, hacía mucho tiempo que se había ido de casa sin saber su paradero. Al bajar de las escaleras, Charlie insistió en llevarme a casa de los Cullen, donde se iba a realizar la ceremonia. Al llegar a la curva que marcaba el camino hacia la casa de Edward, vimos una figura alta. Cuando nos acercamos más, vimos que se trataba de Jacob.
-Papá, detente. Es Jacob- jadeé de la impresión, hacía mucho que no lo veía.
-Vaya, es un alivio que se haya aparecido ese chico- dijo Charlie. Entonces, detuvo la patrulla al lado de mi amigo. Pero su rostro ya no era aquella máscara de tristeza, ya no había atisbo de amargura.
-Hola Bella. Hola Charlie- nos saludó. Charlie rodeó el carro para llegar hasta donde se encontraba Jacob.
-Jake, ¿Dónde estabas?- le preguntó Charlie- ¿Sabes lo preocupados que hemos estado?
-Lo sé, lo sé- dijo Jacob- es una larga historia, ¿Por qué no llevamos a Bella a casa de los Cullen? En el camino les cuento lo que pasó- Dijo Jake con una media sonrisa. Nos contó todo lo que había hecho estos últimos dos meses. Que se había ido a Seattle para poder respirar nuevos aires y a empezar de nuevo. Había conocido nuevas personas.
-Y así fue como encontré a Charlotte- hablaba de su novia de una manera en la que demostraba devoción, seguramente se había improntado de ella. Eso era genial, ahora Jacob podría ser feliz con alguien más, podríamos seguir siendo amigos. Cuando llegamos a la casa, bajamos del carro y abracé a Jacob.
-Que bien se siente ahora que ambos somos felices- me dijo
-Si, siento que al fin puedo respirar- le contesté- Y, ¿cuándo voy a conocer a Charlotte?- entonces ambos nos sonreímos.
Cuando llegué a la puerta de la casa, Alice estaba esperándome para convertirme en una reina de belleza.
-Bella, ¿cuándo pensabas llegar?-me regañó mientras entrábamos a su casa.
-Disculpa, es que nos encontramos con un viejo amigo- saludé a Jacob. Alice me cubrió los ojos para que no viera la decoración y subimos a su cuarto. Esme y Rosalie ya estaban ahí listas para comenzar con la transformación de Bella a Magnífica como decía Alice. Traté de concentrarme en lo que hacían, pero los nervios comenzaban a hacer de las suyas conmigo. Intentaba convencerme que sería la cosa más fácil del mundo caminar por el pasillo nupcial, pero tratándose de mi, seguro me tropezaría o me quedaría deslumbrada al ver a Edward con su majestuosa perfección. Cuando terminaron conmigo, intenté darles las gracias pero tenía la garganta cerrada.
-Muchas gracias Alice, Esme y Rosalie- mi voz sonaba apenas en un susurro- les agradezco todo lo que han hecho por mi, son las mejores.
-No tienes nada que agradecer- dijo Esme mientras me daba un abrazo.
-Lo hacemos porque queremos a Edward y te queremos también a ti- continuó Alice- Sólo queremos su felicidad.
-Ahora ya eres de la familia- concluyó Rosalie, con una sonrisa.
Alice, Esme y Rosalie bajaron a la sala para acomodarse en sus lugares mientras la marcha nupcial se escuchaba. Yo estaba al pie de las escaleras, esperando mi turno. Comencé a bajar lentamente con temor de caerme, en cuanto llegué al piso respiré aliviada. Pero enseguida comencé a hiperventilar cuando vi a Edward, estaba radiante, con mi sonrisa favorita asomándose por sus labios.
-No hay palabras para describir lo hermosa que te ves hoy, mi cielo- cuando me dijo aquellas palabras sentí que me ruborizaba. Entonces sonrió y me dio un beso en la mejilla; y mi corazón, como siempre, latió desbocado.
-Gracias- conseguí decirle. Quería decirle que también se veía espectacular pero las palabras se quedaron en mi garganta sin poder salir. Los votos fueron sencillos pero muy emotivos, no pude contener algunas lágrimas; pero Edward me las secaba de mi mejilla ruborizada con sus besos. Entonces el sacerdote nos declaró marido y mujer. Edward se volvió hacia a mi y me besó, una ola de aplausos llenó la habitación. Toda mi familia se encontraba ahí: Charlie; Renée y Phil, que ya estaban esperando a su primer bebé; Jacob con Charlotte, una joven encantadora; incluso la manada Quileute estaba ahí; así como el Clan Denali y mi nueva familia Los Cullen. Todos me felicitaron y me desearon lo mejor para mi nueva vida.
Edward y yo bailamos nuestro primer vals como casados; en eso miré hacia el oeste y vi un par de unas túnicas negras. Edward sintió como me tensaba, pero cuando fijé la mirada en aquel punto, ya no se encontraban aquellos seres.
-No te preocupes Bella- me tranquilizó Edward- sólo querían comprobar que ya estamos casados. Ahora no tendrán duda que te transformaré- Aunque los Vulturis ya no estaban ahí, me sentía inquieta por tenerlos tan cerca de mi familia.
Ya era de tarde y el sol salió justo antes para ocultarse de nuevo en el horizonte. Nos despedimos de los invitados; y partimos hacia el crepúsculo. Aunque mas que marcar el fin del día; marcaba el comienzo de una nueva etapa, de una nueva vida para Edward y para mí.
Fin.
wiii! espero que les haya gustado!, hay me dejan su valiosa opinión. Gracias.
All Fanpires Together!!
2 comentarios:
muy bueenoo!!! haha yo tambieen entre a ese concurso! si te interesa leer mi final alternativo me dices!
Hola TwiAddiction le tiene a AllFanpiresTogether un regalo en el sitio, así que sería lindo que te dieras una vuelta por ahi...saludos!!
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